Parece que la temporada empieza cuando nos ponemos el dorsal a la espalda, pero esto no es así, son meses de preparación, sacrificio, incertidumbre, ilusión, desilusión y sobre todo hambre de carreras, lo que decía de una montaña rusa en este caso de sentimientos, por que los ciclistas somos como rocas, pero llevamos la procesión por dentro.
En mi caso y tras un accidente con un coche entrenando en Benidorm, estaba un poco asustado y me costaba seguir la inercia del pelotón, y no fue hasta la segunda parte de la carrera cuando quite la carbonilla y pude ver cabeza de carrera ¿Quién dijo miedo? y es que de eso trata el ciclismo de superar las barreras que se nos van presentando.
A continuación tomamos parte en la prestigiosa prueba también Francesa Estrella de Bessegues.
Aunque creo que este año, con el parte de bajas de la carrera se llamará Estrellandose en Bessegues, Nosotros perdimos a dos valientes guerreros en la batalla, y a pesar de todo el trabajo que comentaba antes del invierno se había ido por el garete, solo miraban hacia adelante, en volver a montar sus "máquinas de guerra". Aún así completamos un digno papel, dando presencia al equipo en carrera y estando en todos los "fregados", "salseando" que decimos nosotros. Y es que no hay nada como volver en la caravana con tus compañeros, con los ojos hundidos, pero la mirada llena de brillo, contando las grandes "batallitas" que han sucedido durante toda la carrera.
-¿Has visto como ha atacado este, va rápido eh?
-¡Iba tan ciego que ni lo he visto!
Y se hacen las risas.
Ese es un poco nuestro día a día, y os invito a que montéis conmigo en la montaña rusa de 2015.
